6 de julio de 2013

Manovela

La escala de los mapas de Belén Gopegui.

Se llevó dos premios. Aguanté hasta la página 48 (mi premio es no haber abandonado antes). No escribe mal, bueno... según se mire. Tiene alguna cosilla, pero nada relevante. Es fácil: el texto no funciona, no porque las frases estén mal construidas o el estilo sea tosco, sino porque hay demasiadas reflexiones, todo gira alrededor del mundo abstracto del protagonista, no hay otros colores, alimenta una monotonía de especulaciones intelectuales, todo sucede a nivel cerebral. Aparte, utiliza el plano mental para intentar transmitir emociones y eso es un error, tienen que pasar cosas, no puede ser todo tan abstracto. Falta acción, emoción, energía, impulso. Sobre el contenido no puedo hablar porque no existe, pretensiones hay, pero sólo con eso no sirve. Tras esta segunda oportunidad me tiro a la piscina (retórica veraniega) y confirmo la mediocridad de la autora, por lo menos en lo escrito en el siglo 20. Intentemos arreglarlo, ¿es posible que alguien que haya escrito varias mierdas escriba una buena novela? Es posible, pero no podríamos juzgar a esa persona por la camiseta limpia que lleva si sabemos que tiene el armario lleno de ropa sucia.

2 comentarios:

  1. La última frase es mítica. Se ve que Acceso no autorizado está muy bien.

    ResponderEliminar
  2. Gracias. Tendré en cuenta la recomendación.

    ResponderEliminar